viernes, 26 de noviembre de 2010

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER?


En las etapas tempranas, los síntomas pueden ser muy sutiles. Entre éstos se encuentran:

  • Repetición frecuente de frases
  • Ubicación equivocada de cosas con frecuencia
  • Dificultad para recordar el nombre de objetos conocidos
  • Perderse en rutas conocidas
  • Cambios de personalidad
  • Convertirse en una persona pasiva y sin interés por las cosas que antes disfrutaba.
  • Algunas cosas que el individuo solía hacer bien se tornan difíciles, como llevar el control de uso de la chequera, jugar juegos complejos (como bridge) y aprender rutinas o informaciones nuevas y complejas.
A medida que avanza la enfermedad, los déficits se hacen más evidentes. Algunos de los síntomas son:
  • Disminución en el conociemiento de los hechos recientes
  • Olvido de hechos de la vida propia, se pierde esencialmente conciencia de quién se es.
  • Problemas para escoger la ropa
  • Alucinaciones, discusiones, golpes, vidas y conducta violenta
  • Desilusión, depresión y agitación
Algunas tareas que probablemente presenten dificultades para una persona en esta etapa son:
  • preparar alimentos, conducir, vestirse, viajar fuera de rutas familiares y manejar las finanzas.
  • En la enfermedad de Alzheimer severa la persona ya no puede vivir sin ayuda. La mayoría de las personas en esta etapa ya no reconocen el lenguaje, no reconocen a los miembros de la familia y ya no son capaces de desempeñar las actividades básicas de la vida diaria (como comer, vestirse y bañarse).

Alzheimer es una enfermedad demencial que lleva a una pérdida de la capacidad intelectual. Los síntomas normalmente se presentan en adultos mayores de 65 años (aunque también puede afectar a personas de 40 y 50 años), pueden incluir pérdidas en las habilidades del lenguaje -como dificultad para encontrar palabras, problemas en el pensamiento abstracto, juicio pobre, desorientación en tiempo y espacio, trastornos de conducta y personalidad. El resultado general es una notoria disminución en las actividades personales y en el desempeño del trabajo.

¿ Qué causa la enfermedad de Alzheimer?

Los científicos aún no entienden del todo lo qué causa la enfermedad de Alzheimer. Es probable que no haya una sola causa, sino varios factores que afectan a cada persona de forma diferente. La edad es el factor de riesgo más conocido. El número de personas que sufren de esta enfermedad se duplica cada 5 años entre las personas mayores de 65 años de edad.
Los antecedentes familiares son otro factor de riesgo. Los científicos creen que la genética puede jugar un papel importante en muchos de los casos de Alzheimer. Por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer familiar de aparición temprana, una rara forma de la enfermedad que generalmente se manifiesta entre los 30 y 60 años de edad, es de carácter hereditario. El tipo más frecuente de Alzheimer es el de la aparición tardía. Se presenta más adelante en la vida y en la mayoría de familias no se observa un patrón hereditario obvio. Sin embargo, varios factores de riesgo genético pueden interactuar el uno con el otro y con factores no genéticos para causar la enfermedad. El único factor de riesgo genético identificado hasta ahora para la enfermedad de Alzheimer de aparición tardía es un gen que produce una forma de proteína llamada apolipoproteína E (ApoE). Todas las personas tienen ApoE, la cual ayuda a transportar el colesterol en la sangre. Solamente cerca de un 15 por ciento de personas tienen la forma de esta proteína que aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. Es probable que haya otros genes que también puedan aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad o de proteger a las personas contra la misma, pero todavía no han sido descubiertos.
Los científicos aún tienen mucho que aprender sobre las causas de esta enfermedad. Además de la genética y de la ApoE, los científicos se encuentran investigando el papel que podrían desempeñar la educación, la alimentación y el ambiente en el desarrollo de la misma. Los científicos están encontrando cada vez más indicios de que algunos de los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y los niveles bajos de la vitamina folato, pueden también aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer. También hay mayores indicios de que las actividades físicas, mentales y sociales pueden ser factores de protección contra la enfermedad.

El síndrome del cuidador

El síndrome del cuidador


Este síndrome afecta a las personas que dedican la mayor parte del tiempo al cuidado de un enfermo dependiente. Normalmente la atención de estas personas se centra en el enfermo en detrimento de sus propias necesidades. Este síndrome se caracteriza no solo por síntomas físicos (cansancio, dolores articulares, insomnio etc.) sino también alteraciones psicológicas (depresión, ansiedad etc.) afectando a la vida personal, social e incluso laboral de estas personas.


Sociólogos, psicólogos, gerontólogos y asociaciones relacionadas con el tratamiento de enfermedades degenerativas llevan tiempo estudiando lo que empieza a conocerse como el "síndrome del cuidador". El cuidador es un enfermo oculto, teóricamente sano, sobre quien recae tal impacto de responsabilidades y tareas que ve alterado su equilibrio, a veces con consecuencias extendidas al carácter, las relaciones o la propia familia. Más allá del tradicional "báculo de la vejez" del mayor, asume papeles asistenciales de todo tipo que le ocasionan a menudo un fuerte desgaste. Al sufrimiento propio de quien observa el declive del ser querido se le añaden la ansiedad de la vigilancia constante, el temor al fracaso, la sensación de culpa o incumplimiento, frecuentemente acompañadas de irritabilidad, estrés e impaciencia. Son efectos psicológicos de desgaste que, no obstante, el cuidador descuida por cierto escrúpulo de conciencia: ¿cómo va a preocuparse de sí mismo teniendo delante a un ser tan desvalido?


Según algunos estudios, el perfil medio del cuidador de un enfermo crónico se corresponde a una mujer de entre 45 y 60 años. Son edades en que muchas mujeres afrontan nuevas etapas de la vida que conllevan posibilidades de desarrollo personal. Crecidos los hijos, han empezado a adquirir una relativa autonomía que les permite plantearse proyectos, cultivar aficiones, emprender estudios, etc. Todo esto, sin embargo, queda bloqueado al asumir la labor cuidadora. La renuncia forzosa a nuevos horizontes engendra frustración y abatimiento. En muchos casos, la mujer se desatiende a sí misma, no se relaciona con las amistades o renuncia a actividades de ocio. Su derecho a llevar una vida propia queda aplazado sin fecha. Por grande que sea la recompensa sentimental de su decisión, es evidente lo elevado del precio en términos psicológicos y vitales.


Se han descrito muchos síntomas del "síndrome del cuidador". Además de los ya señalados, están la impaciencia frente al enfermo ("¿pero no te he dicho que no hagas esto?"), las reacciones irascibles inesperadas ("ya estoy harto / harta"), las tensiones con otros familiares, la dificultad de concentración, la actitud de desgana hacia tareas cotidianas, la autocompasión, el aislamiento, el sentimiento de derrota, la fatiga física y la aparición de alteraciones psicosomáticas diversas que van del insomnio a los problemas digestivos. Son trastornos merecedores de tanta atención como la prestada al enfermo atendido, pero que permanecen agazapados como si ocuparse de ellos fuera un signo de egoísmo.


Todo lo contrario. El buen cuidador sólo cumplirá bien su tarea si mantiene su plenitud personal y su salud física y psíquica. No es, por tanto, ninguna traición al enfermo mayor el recurso a asistentes profesionales en quienes delegar parte de la atención, como tampoco lo es la búsqueda de un espacio personal que permita regalarse tiempo, mantener un régimen de vida normalizado, enfrentarse a las situaciones con más frialdad y no dejarse devorar por la dependencia. El exceso de dedicación a un enfermo puede acabar creando dos enfermos.


Necesidad vital para el enfermo de Alzheimer

El amor y compañia de la familia es lo que un enfermo de Alzheimer más necesita, no los dejes solos, apoyalos!!


martes, 23 de noviembre de 2010

Testimonios de la enfermedad 2!

Testimonios de la enfermedad!

Etapas de la Enfermedad del Alzheimer




MEMORIA
COMPORTAMIENTO
LENGUAJE Y COMPRENSIÓN
GESTOS Y MOVIMIENTOS
ACTIVIDADES COTIDIANAS
FASE I
- Olvida sus citas.
-Nombre de personas.
- Cambios de humor.
- Se enfada cuando se da cuenta que pierde el control de lo que le rodea.
- Continúa razonando
-Tiene problema para encontrar las palabras.
- Frases más cortas
- Mezcla ideas sin relación directa.
- En esta fase todavía está bien.
- Es capaz de realizarlas sin demasiados problemas.
FASE II
- Reciente disminuida
- Agresividad.
- Miedos.
- Alucinaciones.
- Deambulación continua.
- Fatigabilidad.
- Conversación enlentecida.
- No acaba las frases.
- Repite frases.
- Pierde equilibrio.
- Caídas espontáneas.
- Necesita ayuda para deambular.
- Pueden aparecer mioclonías.
- Confusión.
- Se viste mal.
- Se pierde en trayectos habituales.
FASE III
- Reciente perdida
- Remota perdida
- No reconoce a su cónyuge, hijos, etc.
- Memoria emocional conservada.
- Llora.
- Grita.
- Se agita.
- No comprende una explicación.
- Balbucea.
- No controla sus gestos
- Le cuesta tragar.
- Se atraganta.
- No controla esfínteres.
- Desaparecen totalmente
- Encamado.



Tratamientos Efectivos


TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO ( cognitivo y conductual) Y NO FARMACOLÓGICO

El tratamiento de la EA debe actuar sobre los síntomas cognitivos y conductuales. Para ello es necesario el tratamiento farmacológico como el no farmacológico.
Ambas terapias comparten los mismos objetivos:
  • Retrasar el deterioro.
  • Recuperar funciones perdidas o mantenerlas conservadas y mejorar la calidad de vida.
Tratamiento farmacológico
En la elección del fármaco se consideran los siguientes factores:
  • Eficacia: el fármaco debe producir mejorías en cuanto a la cognición y conducta.
  • Tolerabilidad y seguridad: los ensayos clínicos deben asegurar que el fármaco produce mínimos acontecimientos adversos y de naturaleza leve en tratamiento crónico
Coste del tratamiento: el precio debe ser accesible

Tratamiento farmacológico cognitivo

Los fármacos que se vienen utilizando hasta ahora para el control paliativo de los síntomas cognitivos son los inhibidores de la acetilcolinesterasa (IACHE). Tienen como objetivo incrementar los niveles de acetilcolina (ACh) y mejorar su neurotransmisión, tratando de preservar la cognición en pacientes con EA
Los IACHE han demostrado mejorías sintomáticas y retraso en la progresión de los déficit cognitivos, conductuales y funcionales
Los IACHE comercializados en el mercado son los siguientes:
  • Donepezilo: Aricept®
  • Rivastigmina: Exelon® y Prometax®
  • Galantamina: Reminyl®
Cada uno de estos principios activos posee diferencias principalmente en cuanto a:
  • Dosis y nº tomas/día.
  • Mayor o menor selectividad sobre las esterasas.
  • Tipo de inhibición: reversibilidad y competitividad.
  • Duración del efecto
  • .Interacción con fármacos.
  • Toxicidad, principalmente hepática
  • Metabolismo.
Tratamiento farmacológico conductual

Existe multitud de trastornos conductuales que se pueden manifestar en la enfermedad de Alzheimer: agitación, alteraciones en la conducta alimentaria (anorexia, bulimia e hiperfagia), alteraciones afectivas y en el estado de ánimo (depresión y manía), apatía, delirios, psicosis, ansiedad, fobias, pánico, agresividad, desinhibición, alteraciones en la conducta sexual, cambios en la personalidad, vagabundeo, alteraciones en el ritmo sueño-vigilia, etc.
Depresión: Más del 30% de los pacientes con Alzheimer sufren depresión. Su tratamiento será no farmacológico (psicoterapia al paciente y/o cuidador) y farmacológico. El antidepresivo elegido deberá ser el más adecuado a los síntomas asociados a la depresión: insomnio, agitación, apatía, etc.
Ansiedad: frecuentes en cuidadores enfermos de EA. Su tratamiento debe ser farmacológico (benzodiacepinas) y no farmacológico (información, psicoterapia, técnicas de relajación y grupos de ayuda).
Apatía: su tratamiento suele basarse en fármacos anticolinesterásicos y en ocasiones en agonistas dopaminérgicos y psicoestimulantes.
Delirio y psicosis: cuando en los enfermos de Alzheimer aparecen los primeros síntomas psicóticos hay que pensar que el deterioro cognitivo ha comenzado a progresar rápidamente. Destacar el tratamiento con neurolépticos, antipsicóticos de nueva generación, etc.

Tratamiento no farmacológico
Las terapias no farmacológicas o, como se vienen denominando últimamente, terapias blandas, están basadas en modelos psicosociales cuyo objetivo primordial no es curar, sino rehabilitar las funciones alteradas, tratando de minimizar los déficit y de potenciar al máximo su autoestima y capacidades residuales.
En conclusión, la terapia de la EA debe ser una combinación de tratamiento farmacológico y no farmacológico, con el objetivo de que la persona se mantenga activa durante el mayor tiempo posible

Factores Genéticos que contribuyen a la enfermedad



En los últimos años, el trabajo de detective realizado por los científicos ha resultado en el descubrimiento de enlaces genéticos involucrados con los dos tipos principales de Alzheimer. Uno de ellos, el tipo más raro, es la enfermedad del Alzheimer de aparición temprana o precoz. Afecta generalmente a las personas entre 30 y 60 años de edad. Algunos casos de este tipo de Alzheimer son hereditarios y se denominan Alzheimer familiar (FAD, por su sigla en inglés). El otro tipo es la enfermedad del Alzheimer de aparición tardía. Es la forma más común y ocurre en aquellas personas de 65 años de edad y mayores.

Los genes y la enfermedad de Alzheimer de aparición temprana o precoz
En las últimas décadas, los investigadores que trabajan con Alzheimer se han dado cuenta que algunos casos, en particular aquellos casos de Alzheimer precoz, se heredan en las familias. Esto los ha llevado a examinar muestras de ADN de estas familias para ver si tenían algún rasgo genético en común. Los cromosomas 21, 14 y 1 se convirtieron en el foco de atención. Los científicos encontraron que algunas familias tienen una mutación en ciertos genes en estos cromosomas. En el cromosoma 21, la mutación hace que se produzca una proteína precursora amiloidea anormal (APP). En el cromosoma 14, la mutación causa que se produzca una proteína anormal llamada presenilin 1. En el cromosoma 1, la mutación causa que otra proteína anormal se produzca. Esta proteína, llamada presenilin 2, es muy similar a la presenilin 1. Aunque sólo uno de estos genes heredados de uno de los padres contenga una mutación, la persona desarrollará inevitablemente Alzheimer precoz. Esto significa que en estas familias, los niños tienen hasta un 50 por ciento de probabilidades de desarrollar la enfermedad si uno de sus padres la tiene.
Aunque el Alzheimer precoz es muy raro y las mutaciones en estos tres genes no desempeñan una función en la aparición de la forma más común de Alzheimer, estos resultados fueron cruciales porque mostraron que la genética es en verdad un factor en la aparición de Alzheimer y ayudó a identificar a los actores claves en el proceso del trastorno. Además, comprobaron que las mutaciones en la APP pueden provocar Alzheimer, destacando la función clave de la beta-amiloidea en la enfermedad. Muchos científicos creen que las mutaciones en cada uno de estos genes causan una sobreproducción de beta-amiloidea perjudicial para el cerebro.
Los resultados también sentaron las bases para muchos otros estudios que han aumentado nuestros conocimientos y han creado nuevas posibilidades para futuros tratamientos. Por ejemplo, en los últimos años, una serie de experimentos sumamente complejos han revelado que la presenilin podría ser en realidad una de las enzimas 
(sustancias que causan o aceleran una reacción química) que la APP utiliza para formar beta-amiloidea (fragmento proteico que es el componente principal de las placas de Alzheimer). Este descubrimiento ha ayudado a aclarar cómo la presenilin participaría en las primeras etapas de Alzheimer. También ha dado a los científicos metas para crear nuevos medicamentos y ha estimulado nuevos estudios en el tubo de ensayo, en los animales y hasta en las personas.
Una historia genética diferente en la enfermedad de Alzheimer de aparición tardía
Mientras algunos científicos estaban centrados en la función de los cromosomas 21, 14, y 1 en la aparición del Alzheimer precoz, otros estaban buscando en otro lugar para ver si podían encontrar indicios genéticos de la forma de aparición tardía. Para 1992, estos investigadores habían reducido la búsqueda a una región del cromosoma 19. Al mismo tiempo, otros colegas estaban buscando las proteínas que unen a las beta-amiloideas. Estaban esperando aclarar algunos de los pasos de las fases iniciales del proceso de aparición de la enfermedad. Encontraron que una forma de una proteína llamada alipoproteína
 se unía rápida y firmemente a las beta-amiloideas. También encontraron que el gen que produce ApoE estaba ubicado en la misma región del cromosoma 19 especificado por los genetistas. Este resultado los condujo a sugerir que una forma de este gen era un factor de riesgo de la enfermedad de Alzheimer de aparición tardía.
Otros estudios desde entonces han revelado que el gen que produce ApoE viene en varias formas, o alelos—e2, e3 y e4. El alelo de e2 de APOE es relativamente raro y puede proporcionar algún tipo de protección contra la enfermedad. Si el Alzheimer se presenta en una persona con este alelo, la enfermedad se desarrollará en etapas posteriores de la vida. El APOE e3 es el alelo más común. Los investigadores piensan que juega una función neutral en la aparición de Alzheimer. El APOE e4 ocurre en cerca del 40 por ciento de todos los pacientes con Alzheimer que contraen la enfermedad en etapas posteriores de la vida, aunque no está limitado a las personas cuyas familias tienen antecedentes de Alzheimer. Los pacientes con Alzheimer que no tienen antecedentes familiares conocidos de la enfermedad tienen también mayores probabilidades de tener un alelo de e4 de APOE que las personas que no tienen Alzheimer. Docenas de estudios han confirmado que el alelo de e4 de APOE aumenta el riesgo del desarrollar Alzheimer. Estos estudios también han ayudado a explicar algunas de las variaciones en la edad en la se presenta la enfermedad. Sin embargo, la herencia de un alelo de e4 de APOE no significa que una persona definitivamente vaya a desarrollar Alzheimer.

Que hacer cuando sospechas de problemas de memoria?


No todas las pérdidas de memoria pueden atribuirse a demencias:
Negligencia benigna senescente (o senil): También llamada "afectación de la memoria asociada a la edad". Se caracteriza por una pérdida de memoria ligeramente superior a lo "sano". Son individuos mayores de 50 años que se quejan de problemas de memoria en la vida diaria, que en los tests de memoria presentan al menos una desviación, y que no llegan a cumplir los criterios de una demencia.
Pseudodemencia: o demencia producto de depresiones severas, que son reversibles. Estos sujetos se quejan de indecisión frecuente, concentración disminuida, procesamiento lento de la información. Son personas que además sufren de anhedonia (falta de placer) y quejas idiomáticas (sin causa contrastada).


Sin embargo, cuando se presentan graves problemas de perdida de memoria, es recomendado consultar a un médico para descartar sospechas y empezar tratamientos si es que se trata de algúna enfermedad.

Fases de adaptación a la situación del cuidado

A pesar de que las circunstancias que rodean a cada situación de cuidado son distintas y que el proceso de "ajuste" a la nueva situación varía de un cuidador a otro, se pueden distinguir una serie de fases de adaptación al cuidado que son experimentadas por la mayoría de los cuidadores. No obstante, dada la gran variedad que existe entre las personas, es probable que estas fases no se produzcan en todos los casos.


Fase 1: negación o falta de conciencia del problema

En los primeros momentos del proceso de enfrentarse a la enfermedad crónica de una persona del entorno familiar es frecuente que se utilice la negación como un medio para controlar miedos y ansiedades. Así, es común encontrarse con que la persona se niega a aceptar las evidencias de que su familiar padece una enfermedad (o varias) que le lleva a necesitar la ayuda de otras personas para mantener su adaptación al medio. Otra forma de negar el problema es evitar hablar del deterioro o incapacidad del familiar enfermo.


Este estadio es, normalmente, temporal. Conforme el tiempo pasa y las dificultades de la persona enferma para mantener su autonomía funcional se hacen más evidentes, empieza a hacerse cada vez más difícil creer que el paciente está "simplemente distraído" o que se trata de una "enfermedad temporal".



Fase 2: búsqueda de información y surgimiento de sentimientos difíciles

A medida que la persona que proporciona los cuidados va aceptando la realidad de la situación de dependencia, empieza a darse cuenta de que la enfermedad de su familiar no sólo va a influir en la vida de éste, sino que también va a alterar profundamente su propia vida y la de las personas que le rodean. En esta fase, los cuidadores suelen comenzar a buscar información para aprender lo máximo posible acerca del trastorno o trastornos que sufre su familiar y sobre sus posibles causas. Buscar información es, pues, una estrategia básica de afrontamiento. En este momento son muy comunes entre los cuidadores los sentimientos de "malestar" por la injusticia que supone el que les haya "tocado" a ellos vivir esa situación. El enfado, o, en su versión más intensa, la ira, son respuestas humanas completamente normales en situaciones de pérdida del control de la propia vida y sus circunstancias. Existen en la vida, desgraciadamente, algunos hechos negativos que son inevitables y que no se pueden cambiar, y son situaciones de este tipo las que típicamente afrontan los cuidadores de personas mayores.




Sobrellevar los sentimientos de ira y de culpa sin tener medios adecuados para expresarlos puede ser muy destructivo para la persona. Es aconsejable que la persona que cuida "tome conciencia" de estos sentimientos y pueda hablar de ellos de manera clara y sincera con alguna persona de su confianza.



Fase 3: reorganización

Conforme pasa el tiempo, los sentimientos de ira y enfado pueden continuar. Una relación esencial para la persona- una esposa, un padre o una madre- "se ha perdido". La vida ha perdido el sentido habitual hasta ese momento y las nuevas responsabilidades crean una carga pesada para la persona que cuida.
Sin embargo, algo de control se va ganando en esta etapa. Contando ya con la información y recursos externos de ayuda, con la voluntad de la familia para compartir la responsabilidad y con una idea más precisa de los problemas a los que hay que enfrentarse, la persona que cuida dispondrá de las herramientas necesarias para afrontar adecuadamente la situación del cuidado. Este período de reorganización tendrá como resultado el desarrollo de un patrón de vida más normal. La persona que proporciona los cuidados se sentirá progresivamente con más control sobre la situación y aceptará mejor estos cambios en su vida.



Fase 4: resolución

Con ese aumento del control sobre su situación y el reconocimiento de que como cuidador/a será capaz de manejar y sobrellevar los cambios y desafíos que supone y supondrá la situación de cuidado, surge un nuevo período de adaptación que, desgraciadamente, no es alcanzado por todos los cuidadores. En este estadio del cuidado, los cuidadores son más capaces de manejar con éxito las demandas de la situación, siendo más diestros en la expresión de sus emociones, especialmente la tristeza y la pena.
En este punto, los cuidadores ... aprenden a cuidar mejor de sí mismosestán más dispuestos a buscar la ayuda de otras personas con experiencias similares suelen hacerse, en esta fase, más independientes, dedicando más tiempo a realizar actividades recreativas y sociales pueden buscar y encontrar otras fuentes de apoyo emocional, tales como reforzar las amistades o crear nuevos amigos

Noticia de último momento!!

UNA DIETA RICA EN COLESTEROL, TAN DAÑINA COMO EL ALZHEIMER
MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) - 

 Una dieta rica en colesterol produce daños cerebrales similares a los de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio realizado en ratas por investigadores del Laboratorio de Psiquiatría e Investigación Experimental en Alzheimer de la Universidad Médica de Innsbruck (Austria), publicado en la revista 'Molecular Cellular Neuroscience'.
Esta investigación fue liderada por el doctor Christian Humpel, en colaboración con los estudiantes de su laboratorio Celine Ullrich y Michael Pirchl. Su objetivo era estudiar los efectos de la hipercolesterolemia en ratas adultas, para lo que alimentaron a ratas macho de seis meses de edad con comida normal (grupo de control) o con una dieta con un 5 por ciento más de colesterol (hipercolesterolemia).
   Después de cinco meses, los investigadores buscaron en estos animales posibles daños conductuales y marcadores patológicos similares a los que se dan en el cerebro de los pacientes con Alzheimer. Los resultados demostraron que la hipercolesterolema crónica causa pérdida de memoria, inflamación, disfunción colinérgica y un aumento de la proteína denominada beta-amiloide en la zona cortical, todos ellos síntomas similares a los del Alzheimer.
   A pesar de que los últimos datos van en la misma linea y varios estudios recientes han demostrado que el colesterol puede participar en el desarrollo del Alzheimer, desde que esta enfermedad se ha catalogado como una patología compleja y heterogénea, estos datos no permitían llegar a la conclusión de que el colesterol solo es responsable de esta enfermedad.
   Se puede especular con que los daños crónicos en el cerebro causados y potenciados por diferentes factores de riesgo vascular entre los que se incluye el colesterol-- pueden contribuir a la aparición de esta patología.
   Futuros estudios deben determinar cómo leves sangrados microvasculares crónicos, ictus silentes y daños leves en el cerebro durante décadas pueden jugar un papel en el desarrollo de esta enfermedad. Diversos datos avalan la hipótesis de que el Alzheimer, una enfermedad que en 2025 podrían sufrir 80 millones de personas en todo el mundo, es en realidad una enfermedad vascular.

Alimentación del Enfermo de Alzheimer

El enfermo de Alzheimer debe de tener una alimentación adecuada para poder evitar algún accidente y evitar el desinterés hacia la comida

 
Las personas que padecen Alzheimer deben de tener un cuidado especial en cuanto a su alimentación ya que a medida que la enfermedad avanza, tienden a olvidar los más importantes hábitos de salud y a descuidar su aspecto personal, sobre todo en las etapas más avanzadas de la enfermedad, cuando deben ser atendidos por otras personas o incluso llegan a necesitar ser alimentados por medio de sondas. Algunos de los problemas que tienen los enfermos de Alzheimer es su desinterés hacia la comida a medida que avanza la enfermedad, provocado muchas veces por cansancio que les ocasiona la dificultad progresiva para poder manejar los cubiertos, tragar o masticar alimentos.
Utilizar alimentos que sean muy nutritivos y, al mismo tiempo, muy fáciles de ingerir, puede ser una manera de solucionar el problema. Una alimentación adecuada ayuda a mantener el organismo de los enfermos en mejores condiciones y muchos de los síntomas pueden mejorar o retrasar su evolución.
Pero como toda persona enferma, hay ciertos alimentos que pueden ayudarle mejor y otros que es mejor no proporcionarles. Por lo que entre los alimentos aconsejados en la dieta del enfermos de Alzheimer están las siguientes:
 
- Los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, ya que se cree que la falta de ácidos grasos puede ser uno de los desencadenantes del Alzheimer. Esto se piensa porque en estudios realizados, se ha visto que estas personas tienen bajos niveles de ácidos grasos y que al proporcionarles alimentos que los contienen, mostraban una mayor estabilidad emocional, con menos episodios de depresión o irritabilidad.
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Los alimentos que contienen ácidos grasos omega 3 y omega 6 con algunos vegetales como el maíz o las semillas de girasol, de las que están elaborando muchos aceites comestibles. También se adquieren por medio de pescados como: atún, salmón, sardinas, truchas o en aceites como la linaza, el cáñamo y la nuez.
Estos ácidos grasos también previenen enfermedades cardíacas, tumores y cáncer y reducen la hipertensión arterial.

 
- Los alimentos ricos en vitamina C, son muy importantes por que esta vitamina es un potente antioxidante, capaz de neutralizar los efectos negativos de los radicales libres sobre las células del cerebro. La ingestión de alimentos ricos en vitamina C puede ayudar a retrasar los síntomas del Alzheimer. Entre ellos están todos los cítricos como: limón, naranja, toronja, limas y otras frutas como la guayabal, la fresa, el kiwi, el melón y varias verduras como el jitomate, el brócoli y el pimiento.
- Los alimentos ricos en energía, deben ser fáciles de digerir y de masticar. Entre estos alimentos están la leche y su derivados, enriquecidos con minerales o vitaminas o panes de todo tipo enriquecidos, suaves y fáciles de comer.
- Otro componente esencia

El enfermo de Alzheimer debe de tener una alimentación adecuada para poder evitar algún accidente y evitar el desinterés hacia la comida

 
Las personas que padecen Alzheimer deben de tener un cuidado especial en cuanto a su alimentación ya que a medida que la enfermedad avanza, tienden a olvidar los más importantes hábitos de salud y a descuidar su aspecto personal, sobre todo en las etapas más avanzadas de la enfermedad, cuando deben ser atendidos por otras personas o incluso llegan a necesitar ser alimentados por medio de sondas. Algunos de los problemas que tienen los enfermos de Alzheimer es su desinterés hacia la comida a medida que avanza la enfermedad, provocado muchas veces por cansancio que les ocasiona la dificultad progresiva para poder manejar los cubiertos, tragar o masticar alimentos.
Utilizar alimentos que sean muy nutritivos y, al mismo tiempo, muy fáciles de ingerir, puede ser una manera de solucionar el problema. Una alimentación adecuada ayuda a mantener el organismo de los enfermos en mejores condiciones y muchos de los síntomas pueden mejorar o retrasar su evolución.
 
 

Como empezar un grupo de autoayuda?

  • inivite a unas pocas  personas interesadas - cuidadores y profesionales.
  • Averigue si el pais ya cuenta con organizaciones similares ( consulte al ministerio de salud, ADI, OMS, autoridades eclesiasticas)
  • Contacto, dirección y número de telefono
  • Organice una reunión pública
  • Publique avisos de la reunión pública en diarios, la raido, hospitales, clinicas, centros comunitarios, etc.
  • El resultado de dicha reunión pública debería de ser el acuerdo de formar una asosiación.

Ademas,es importante tomar desiciones de opinión pública,establecer un marco de trabajo inicial, establecer una manera para recaudar fondos, tener un servicio de fondos para los cuidadores, ideas para un boletín informátivo etc.

Consecuencias del Alzheimer


Una de las consecuencias del Alzheimer es que obliga a cambiar físicamente la estructura y el diseño del domicilio. Es muy importante poner bajo llave los objetos de riesgo, atrancar las ventanas para evitar suicidios en una primera fase, quitar muchos muebles sobre todo, aquellos con aristas puntiagudas, adaptar los lavabos, retirar los espejos para que no se asusten cuando no se reconozcan y crean ver a otra persona, eliminar las cocinas de gas etc.

Muchos cuidadores ni siquiera se atreven a salir con ellos debido a sus comportamientos, o porque también el cuidador es anciano y no podría contenerlo en una situación conflictiva. Deben ser vigilados las 24 horas y, si se les deja solos, hay que cerrar la puerta de casa o incluso encerrarles en una habitación, ya que pueden ser un peligro para sí mismos. Todo esto les produce ansiedad y sensación de abandono. El resultado es que acaban por proyectar toda su agresividad hacia el cuidador.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Los 10 signos de alarma de la enfermedad de Alzheimer



:: Pérdida de memoria que afecta a la capacidad laboral.

:: Dificultad para llevar a cabo tareas familiares.

:: Problemas con el lenguaje.

:: Desorientación en tiempo y lugar.

:: Juicio pobre o disminuido.

:: Problemas con el pensamiento abstracto.

:: Cosas colocadas en lugares erróneos.

:: Cambios en el humor o en el comportamiento.

:: Cambios en la personalidad. Pérdida de iniciativa

Alzheimer Internacional 2011


El Año de la Investigación en Alzheimer, ese es el objetivo de Alzheimer Internacional 2011
El acontecimiento se dirige a concienciar sobre la importancia de promover la investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas para avanzar en el conocimiento del origen de sus causas, única vía para conseguir reducir el número de afectados y detener el avance de estas enfermedades.
Es necesario que estas dolencias puedan diagnosticarse precozmente y hallar tratamientos efectivos para las personas ya afectadas. Alzheimer Internacional 2011 impulsa la captación de recursos financieros que se destinarán a los fines científicos y sociales de la Fundación Reina Sofía y de la Fundación Pasqual Maragall.
Así mismo, Alzheimer Internacional 2011 se concibe como plataforma para la generación de ideas y el intercambio de experiencias entre expertos y científicos del campo de las neurociencias de todo el mundo y como acontecimiento público a través del cual acercar la ciencia a los ciudadanos.

Noticia sobre el Alzheimer


El número de afectados por el Alzheimer se cuadruplicará para el 2050 superando los 106 millones


Más de 106 millones de personas padecerán la enfermedad de Alzheimer en el año 2050, según un estudio de la Universidad JohnsHopkins en Baltimore que indica que en 2006 más de 26 millones de personas en todo el mundo padecían Alzheimer. Las conclusiones de la investigación, que señalan que la presencia de este trastorno neurodegenerativo se cuadruplicará hacia la mitad del presente siglo, se han hecho públicas durante la II Conferencia Internacional sobre Prevención de la Demencia de la Asociación de Alzheimer que se celebra estos días en Washington (Estados Unidos).
Para predecir la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en el mundo los investigadores crearon un modelo informático matemático multiestatal utilizando las proyecciones de población de las Naciones Unidas y otros datos de la incidencia y mortalidad del Alzheimer.
El aumento más significativo de la prevalencia del Alzheimer se producirá en Asia, donde en la actualidad se producen el 48 por ciento de los casos de Alzheimer de todo el mundo. Los expertos esperan que el número de casos de Alzheimer crezca en Asia de los 12,65 millones de 2006 a los 62,85 hacia el año 2050, un momento en el que el 59 por ciento de los casos de Alzheimer de todo el mundo vivirán en Asia.
"Nos enfrentamos a una amenazadora epidemia global de la enfermedad de Alzheimer a medida que la población del mundo envejece", señala Ron Brookmeyer, autor principal del estudio. Brookmeyer, que indica que hacia el año 2050 una de cada 85 personas de todo el mundo padecerá la enfermedad de Alzheimer, explica que las intervenciones para prevenir o retrasar el desarrollo de la enfermedad podrían tener un gran impacto sobre la salud pública global.
En este sentido, los investigadores señalan que si se toman medidas para retrasar el inicio de la enfermedad sólo en un año, la prevalencia sería de 12 millones menos de personas afectadas en el 2050. Un retraso similar tanto en el inicio como en la progresión de la enfermedad de Alzheimer daría lugar una reducción global menor de 9,2 millones de casos en el 2050 debido a que una progresión de la enfermedad más lenta significaría que más personas sobreviven con síntomas de la enfermedad en su fase inicial.